Los fieles aguardan con fervor para llegar ante el santo y pedirle por trabajo y salud o agradecer por distintos motivos
Centenares de personas formaban en la tarde de ayer una fila de ocho cuadras a la espera de que abran las rejas de la iglesia de San Cayetano en el barrio de Liniers, donde desde la medianoche podrian ingresar para pedirle al santo cristiano por trabajo y salud o agradecer por distintos motivos.
En el camino a la iglesia, la música de chacareras, el mate compartido, las rondas de oración y los puestos de venta de estampillas, rosarios e imágenes de San Cayetano pueblan las veredas y calles de un barrio en el que, año tras año, los vecinos sienten la fe de los miles de devotos que se acercan desde distintas partes del país a rezarle al patrono del Pan y del Trabajo.
